Caracterización de las organizaciones sanas y de las organizaciones enfermas, supervisor, director y docente, debe; sin duda, ser de obligatoria lectura

Caracterización de las organizaciones sanas y de las organizaciones enfermas. A continuación se transcriben textualmente ambos casos.


Organizaciones enfermas:
  • Poca inversión en los objetivos organizacionales, excepto en los altos niveles.
  • Las personas en la organización ven que las cosas van mal y no hacen nada por corregirlas.
  • Los factores extraños complican la solución de problemas.
  • Las personas en los altos niveles tratan de controlar el mayor número posible de decisiones.
  • Los gerentes se sienten solos al tratar de hacer las cosas.
  • Las opiniones de las personas en los niveles bajos de la organización no se respetan fuera de los estrechos límites de sus trabajos.
  • Las necesidades y sentimientos personales son asuntos secundarios.
  • Las personas discuten cuando se requiere que colaboren.
  • Cuando hay crisis las personas retroceden o empiezan a culparse unas a otras.
  • El conflicto generalmente está “por debajo del agua” y es manejado por políticas burocráticas de oficina o bien a través de discusiones interminables o irreconciliables.
  • Las personas no se acercan a sus compañeros para aprender de ellos, sino que deben aprender de sus propios errores, rechazan la experiencia de los demás.
  • Se evita la retroalimentación.
  • Las personas se sienten atadas a sus puestos; se sienten aburridas pero restringidas por las necesidades de seguridad.
  • El gerente es un “papa” que da recetas a la organización.
  • El gerente controla fuertemente los gastos pequeños y demanda una excesiva justificación.
  • Minimizar el riesgo tiene un alto valor.
  • “Un error y vas para afuera”.
  • La estructura, las políticas y los procedimientos de la organización abruman a la misma, las personas se refugian en ellos y juegan con las estructuras de la organización.
  • “Tradición”.
  • La innovación no está generalizada dentro de la organización, sino en las manos de unos cuantos.
  • La gente se traga sus frustraciones: “no puede hacer nada. Es su responsabilidad salvar el barco”.
Organizaciones sanas:
  • Los objetivos son ampliamente compartidos por los miembros y hay un flujo de energía fuerte y consistente hacia los objetivos.
  • Las personas se sienten libres de mostrar que se dan cuenta de las dificultades, pues esperan que los problemas sean manejados abiertamente y se sienten optimistas de que podrán resolverse.
  • La solución del problema es altamente programática.
  • La responsabilidad en la toma de decisiones está determinada por factores tales como la habilidad, sentido de responsabilidad, disposición de información, carga de trabajo, tiempo y requerimiento de desarrollo profesional y gerencia.
  • Hay un notable sentido de trabajo en equipo en la planeación, en la ejecución y en la disciplina, en resumen, la responsabilidad se comparte.
  • Las opiniones de las personas en los niveles bajos de la organización son respetadas.
  • El rango de problemas tratados incluye las necesidades personales y las relaciones humanas.
  • Hay una libre colaboración.
  • Cuando hay una crisis, las personas se reúnen rápidamente para trabajar juntas hasta que la crisis pase.
  • Los conflictos se consideran importantes para la toma de decisiones y el crecimiento personal.
  • Hay una gran cantidad de aprendizaje en el trabajo, por la disponibilidad de dar, buscar y usar retroinformación y consejo.
  • La crítica conjunta acerca del progreso es periódica.
  • Las personas muestran buena disposición y deseos de participar, porque así lo desean.
  • El liderazgo es flexible, cambiando de estilo y de persona de acuerdo con la situación.
  • Hay un alto grado de confianza entre las personas y un sentido de libertad y de responsabilidad mutuas.
  • El riesgo es aceptado como una condición del crecimiento y del cambio.
  • ¿Qué podemos aprender de cada error?
  • La estructura, los procedimientos y las políticas de la organización están diseñados para ayudar a las personas a llevar a cabo su trabajo y proteger la salud organizacional a largo plazo; no para asignar deberes a cada burócrata.
  • Hay un gran sentido del orden y, sin embargo, también hay un alto grado de innovación.
  • La organización misma se adapta rápidamente a las oportunidades u otros cambios de su mercado, debido a que cada par de ojos está observando y cada cabeza está anticipando el futuro.
  • Las frustraciones son una llamada para la acción. “Es mi/nuestra responsabilidad salvar el barco”.


Esta obra; que considero de vital importancia para quienes desempeñan cualquiera de los cargos a los que va dirigido: supervisor, director y docente, debe; sin duda, ser de obligatoria lectura, ya que a pesar de estar enfocado a la escuela, es de válida aplicación a instituciones educativas de todo nivel.
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